Algunas personas llaman catástrofe humana la que estamos viviendo por la pandemia del coronavirus que asola el mundo hace varios meses, proceso que ha conllevado a la enfermedad y la muerte a cientos de miles de personas y que hace previsible que la vida misma saldrá debilitada o dañada. La Covid-19 es letal y sus efectos aún se estudian, lo mismo que los tratamientos y vacunas. Los impactos de esta pandemia afectan a todas las personas. Pero las mujeres con discapacidad enfrentan también una pandemia anterior: la desigualdad, la discriminación y la pobreza.

En el Observatorio de los Derechos Sexuales y Reproductivos de las personas con discapacidad ODISEX Perú, conocemos de estas desigualdades y discriminaciones. De la poca accesibilidad que sufren para lograr atención de salud integral y en especial su salud sexual y reproductiva. Entre la pandemia anterior y la actual se las priva de sus derechos a la salud, educación, trabajo y especialmente a su derecho a una vida independiente y digna.

Según el Censo INEI del 2017 en el Perú existen 3.051.612 personas con discapacidad (10.4% de la población total) donde el 57% son mujeres y el 43% son hombres.  Diversos organismos internacionales y expertas de la ONU han alertado sobre las vulnerabilidades que enfrentan las mujeres con discapacidad durante la pandemia.

Desde ODISEX, hemos realizado algunas acciones como “No estás sola” de atención básica primero y de prevención y cuidados frente a la Covid-19. Formamos una Red Voluntaria de Apoyo y contención emocional ante el miedo y la angustia que surgía y gestionamos atención psicológica y médica. La publicación de este libro se enmarca en estas acciones. Hicimos un llamado para que fueran ellas mismas las que nos dieran testimonio de su día a día, en medio de la Emergencia Sanitaria, del confinamiento o cuarentena, que se fue extendiendo en el tiempo.

Denominamos a la convocatoria “Las Mujeres con Discapacidad ¡Existimos! Historias de vida en tiempos de pandemia”, queríamos visibilizarlas, conocer qué estaban sintiendo en este período difícil de la humanidad, queríamos saber cómo hacían para sobrevivir ante las restricciones que se aplicaban desde el gobierno central. No era un concurso de historias. No hubo exigencias de estilo o literarios, solo conocer sus relatos. Les dimos voz para que fluyeran sus palabras, sus historias, sus vidas. Y así fue.

Recibimos 20 historias, 14 historias de mujeres con discapacidad de Perú: Ica, Lima y Piura y 6 historias procedentes de: Argentina, Brasil, Colombia, El Salvador, Honduras y Venezuela. Las edades son diversas. Las discapacidades también diversas. Hilamos fino las historias que llegaron a pedacitos desde el WhatsApp y transcribimos con cuidado las historias que llegaron grabadas.

El libro está organizado con relatos de mujeres peruanas alternando con los de mujeres de otros países eso si colocadas en orden alfabético. Iniciamos con la historia de una niña de 15 años, que simboliza la mirada actual, los desafíos pendientes, los problemas a erradicar, la exigencia de oportunidades y la voz llena de esperanza del tiempo por venir.

Desde una mirada interseccional de género, discapacidad, edad, las historias son contadas a partir de los diversos escenarios en los que se desenvuelven.  Relatan su ser mujer, de cuánto les ha significado colocarse en la vida y lo que les ha provocado vivir con sus cuerpos imperfectos al no cumplir con el modelo hegemónico, en sociedades machistas, racistas y discriminadoras como las nuestras y desde instituciones como la familia, la escuela, el trabajo. Los espacios públicos como calles o tiendas también son descritos como espacios de discriminación y de reproducción de un sistema patriarcal que impone estereotipos y roles de género.

La mayoría habla de su salud, de sus dolores actuales, de sus dolencias crónicas, de accidentes sufridos en el transcurso de sus vidas y en plena pandemia y de las dificultades para movilizarse para la obtención de medicinas, en sociedades poco amables, en un sistema de salud colapsado y su imposibilidad física y monetaria de adquirir lo necesario. Delicado ha sido el proceso de las que se infectaron del Covid-19 y la pérdida de algún familiar.

También han enfatizado la situación política de sus países, como Brasil y Honduras, donde se agrava ante la crisis de la pandemia e inclusive viola los derechos humanos.

El gobierno peruano estableció algunos “bonos” de ayuda, ante las medidas de aislamiento social. Estas ayudas no llegaron a la mayoría de mujeres con discapacidad. Quedaron al margen y muchas sin “trabajo” para prodigarse ingresos como la venta ambulatoria de dulces, refrescos, artesanías y otros. Su único sustento personal y familiar.

Un mapeo de sus relatos da para justificar y entender sus miedos, angustias y dificultades y encerrarse en ello, sin embargo, sacaron fuerza para aferrarse a la vida y continuar con ella. Para muchas todo aparecía en la nebulosa de la incertidumbre.

Con estas historias podemos construir un repertorio de experiencias de sobrevivencia y de liderazgos diversos, de prácticas replicables. Y entonces ¿Qué estrategias emplearon para salir adelante? Ellas nos cuentan su resistencia incorporada a sus planes de vida. Se convierten en transgresoras del género, son empoderadas, magas, hacen uso de sus experiencias de vida.

¿Cómo voy sobrevivir? Es la pregunta reiterada de las autoras. Sobrevivir a la pandemia y la posibilidad de construir un futuro diferente, que elimine desigualdades, discriminación, la violencia de género, ése es el desafío esperanzador.

Esta pandemia está marcando la vida de la humanidad, nos hablan de una “nueva normalidad”, o de volver a nuestra vida anterior cuando todo pase. Para las mujeres con discapacidad significaría continuar con la invisibilización, con la falta de memoria y la desigualdad. Ellas requieren igualdad de oportunidades, respeto a sus derechos, a participar con voz propia en el debate político, en los espacios de toma de decisiones, a ser consultadas en el diseño de las políticas referentes a ellas para la eliminación de brechas y desigualdades por discapacidad, género y social. En lo colectivo, su activismo tendrá que articularse a otros movimientos de mujeres y feministas, a construir alianzas, a abrirse puertas en otros espacios.

Las voces resilientes de mujeres con discapacidad que aquí presentamos, son ejemplo de todo lo que ellas pueden aportar para cambiar nuestra sociedad y hacerla mejor y más justa.

En la presentación harán los comentarios la chilena feminista Rosario Carcuro y la peruana  feminista Rossina Guerrero. La moderadora será María Esther Mogollón directora de ODISEX.

Se realizará el 17 de setiembre a las 7 de la noche, Vía Zoom previa inscripción al +51 999633035.